La astrología se trata de una ciencia espiritual, la cual abarca la relación entre un universo más vasto (que está afuera nuestro) y un universo personal (adentro nuestro). Esta relación se llama «sincronicidad». Las mismas energías que actúan en el universo personal, lo hacen en el universo que está «allá afuera».
El mapa que llamamos «carta natal», señala las energías que fluyen en nuestro campo magnético. En el momento de nacer, con el primer aliento, incorporamos las vibraciones que, en ese día y a esa hora, se manifestaron en ese sitio de la Tierra. Este patrón básico nos acompaña a lo largo de la vida.
Nada hay que sea estático en este universo que habitamos. Podemos cambiar modificando nuestras actitudes y patrones de conducta. Al hacerlo, modificamos nuestro destino. La carta natal muestra el caracter y el patrón personal: nuestra naturaleza humana; sin embargo, también somos ESPÍRITU. Las estrellas impulsan, pero no obligan. El conocimiento de las influencias planetarias permite manejar nuestra propia vida. Utilizando inteligentemente ese conocimiento, podemos evolucionar, con sólo quererlo.
Astróloga
Alejandra Cunningham
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