Que haya muchas ventanas en tu Alma,
que la embellezca toda la gloria del Universo…
Un pobre credo no puede atrapar los rayos brillantes
que irradian de incontables fuentes…
Deshazte de la superstición;
deja que la Luz se vierta a través de claras ventanas,
amplias como la verdad misma
y elevadas como el Cielo.
Sintoniza el oído con toda la música silenciosa de las estrellas,
y con la voz de la Naturaleza,
y tu corazón se volverá hacia la verdad y la bondad, como
la planta
se orienta hacia el Sol.
Miles de manos invisibles se estiran para ayudarte
a alcanzar sus cumbres coronadas de Paz.
Y toda la Fuerza del firmamento te cuidará...
Entonces, deja a un lado las medias verdades y toma
la Totalidad…